Y como no puede salir a la calle hasta que esté vacunado como es debido, cosa que no sucederá hasta dentro de un mes…
He ideado un plan infalible para mantenerlo todo en un nivel, digamos, higiénicamente aceptable… XD.
Mi objetivo último, no quiero andarme con rodeos, era tener bajo control el pis y la caca.
Así, literalmente.
Y lo he conseguido gracias al liderazgo transaccional.
Te explico.
Se me ocurrió comprar varios empapadores y algunas salchichas Frankfurt.
Porque a Guillermo, claro, le flipan las salchichas.
Y cuando empecé a ver que mi plan de recompensas funcionaba y que el cachorrito respondía al método, me dije:
«Pablo, esto merece una newsletter».
Porque cuando tienes una meta clara y quieres poner en marcha procesos repetitivos y estables en el tiempo, es la mejor opción.
Es decir, el liderazgo transaccional te resultará útil si:
- Tu organización tiene una estructura no variable.
- Buscas motivar a tu equipo para mejorar la productividad.
- Quieres mantener el orden de las cosas, pero con una mejoría.
¿Te vibra esto?
Dentro del post encontrarás toda la información completa, junto con ejemplos de líderes transaccionales y mogollón de consejos.
Léelo y cuéntame si has puesto en marcha alguna vez este tipo de liderazgo o si crees que podría resultarte útil.
Puedes dejarme un comentario aquí o en el blog para que podamos seguir charlando.
Siéntete libre también para compartir este contenido con cualquier persona que conozcas y que necesite incorporar nuevas estrategias para motivar a su equipo.
Seguro que esta información puede venirle de perlas y, de paso, me ayudarás a hacer crecer esta comunidad… ;)
La semana que viene te contaré cosas muy inspiradoras sobre el legado de Steve Jobs y su estilo de gestión.
Hasta entonces, te mando un fuerte abrazo.