En esta newsletter ya te he hablado del síndrome del impostor que muchos creadores de contenido sufrimos.
Pero… ¿qué pasa cuando produces un contenido de pago?
Pues que el síndrome del impostor aparece igual, pero mucho más vitaminado. Se convierte en un auténtico Hulk y adquiere una fuerza brutal que te puede llegar a paralizar.
La cuestión es, cómo enfrentarse al síndrome del impostor Hulkizado…
En mi caso, lo hago igual que con el síndrome del impostor, porque por más grande y verde que se ponga, Hulk sigue siendo Bruce Banner.