Hola mi doña (risas),
Perdona de entrada mi ofensa -sé que es la última palabra del castellano que te gusta- pero mis aspiraciones es que teniendo noventa años, imagino que muchísimas cosas te resbalan.
Tanto camino habrás ya recorrido, que como siempre el buen humor es el que se hace presente en todo momento.
Si mantuve esa costumbre que tengo de hacer el bien sin mirar a quién, eres una persona querida y mucha gente está pendiente de ti.
Aún estás lúcida y activa, cosa que me encanta. Hasta tus nietos están grandes y aman ir a visitarte porque los consientes con la mejor comida del mundo.
Cuéntame algo… ¿Lograste publicar los libros que querías? ¿Eres una escritora reconocida a carta cabal, o sigues teniendo textos engavetados que ya ni tú lees?