Pero que espanto, ¡que cosa tan horrorosa!
¿Cómo podré dedicar unas líneas a una especie que vive, convive y se alimenta de la basura?
Realmente es un gran ejercicio de resistencia, puesto que para escribir acerca de algo soy una persona completamente visual, así que tengo que pensar que estoy conversando con…con, con… Eso.
¡Guácala! ¿Qué encanto puedes ver a estar comiendo de desperdicios y cosas descompuestas? Cuando no vivía en ciudades grandes, sino en terrenos, sabía que si andabas por allí, había animales muertos o cosas terribles que te estabas encargando de poner peor.
Y creo, francamente que tu conducta, es algo que gente no muy “correcta” trata de imitar.