Resulta que Vif se estrena en los 40s, cargada de vivencias cuyas reflexiones va compartiendo en lascooltas.com
Por su parte Pat se está acercando a los 30s, agarrando cada vez más experiencia y sacudiéndose la inocencia.
Vif es diseñadora de productos y escogió al diseño como eje central de su vida desde el mismísimo momento en que decidió estudiarlo. Era 1996, sonaba Don’t Speak de No Doubt cuando eso. Pat es arquitecta, y una década después -cuando Twitter, nuestra amada red, era lanzada- se trazó como objetivo estudiar y usar al diseño como modo de vida.
Nos encontramos en el 2016 y empezó así nuestra historia de coincidencias.
Nuestra vida es de carácter proyectual. Estamos centradas en idear, desarrollar y mejorar; la Santísima Trinidad de quienes diseñan, porque las ideas no son nada si no se implementan y son poca cosa si no aportan.
De hecho, si te fijas, la vida se centra en producir ideas que mejoren nuestra condición actual, sea la que sea. Ideas para cocinar, para limpiar la casa, para estudiar, emprender, relacionarnos, para no impactar, para evolucionar. La vida nos reta a desarrollar la creatividad constantemente. Está en nosotros hacerle caso -o no-.
Y aquí viene la reflexión de Vif.
Potenciar la creatividad hace que el diseño sea el eje central de vida.
Cuando eres una persona creativamente activa, la curiosidad te motiva, la investigación te da luces y la abstracción te nutre. Expandes esta habilidad liberándote de prejuicios y convencionalismos. La creatividad no se gasta, por el contrario mientras más se usa, más se tiene; su práctica ejercita la intuición y la destreza. Pero la creatividad aplicada te aterriza, te hace resolver; aprendes y perfeccionas cómo estructurar y comunicar ideas, te pone a implementar; dejas de ser tan naive, y aún así sueñas, proyectas. El diseño es ese tipo de creatividad.
El diseño es y me ha dado vida. Me ha dado satisfacciones, retos y soluciones. De hecho, con él he podido palear momentos críticos, y no únicamente en el ámbito económico y laboral, sino de salud mental y descalabro emocional. El diseño me ha permitido generar alternativas, vivir de mi imaginación y sentir plenitud. Llámale bienestar.
Entonces, ¿El diseño te lo da?
Sin duda, el diseño te lo da. 😉