Hemos concluido que una de las mejores maneras de repensar la ciudad podría ser a punta de comida y placer, y es que, como nos encantan las sinergias, siempre estamos buscándolas a través de nuestras pasiones. Nos gusta comer y preparar alimentos, como a muchos, pero sobre todo, nos gusta encontrar placer en lo que hacemos. Eso nos da bienestar. ¿Sabías que las ciudades están conectadas por la comida? Pues fíjate que la comida es el núcleo de la economía, de la cultura y la sociedad. 🙂
Esta vez nos deleitamos entre Carolyn Steel -la mujer que estudia la comida para salvar el mundo- y Epícuro -el filósofo griego que nos conquistó en Buenos Aires-.
Podemos usar la comida como una herramienta conceptual de diseño para reconfigurar nuestro modo de vida actual y transformar las ciudades en comunidades urbanas sostenibles, equitativas y habitables; una manera más coherente para restablecer el vínculo roto con la naturaleza y acercar la producción del alimento a nuestro hábitat urbano. ¿Lindo, no?
Te invitamos a que te deleites con este post, pues bien merece la pena replantearse ciertas prácticas. 👇