A vueltas con esto de los headless CMS
admito que el cambio mental impone. Si estás acostumbrado al monolito, vas a tener que abrir bastante el coco. La propia Sanity tiene el concepto de
Studio que vive separado de tu web y que controlas desde cero. Otras soluciones en esta línea tienen
su propia forma de organizar el contenido y el flujo de trabajo. Otras se basan en modelos SASS. Con todo creo que la personalización que demandan estas herramientas
se justifican en proyectos con cierto tamaño. Esos donde puedes meter horas en plan sastre. En proyectos modestos o personales, algo estático se antoja como algo suficiente.
Las innumerables ventajas que nos ofrecen en este tipo de herramientas no ocultan algunos temores 🙀. El principal es la dependencia. Si hay trayectoria en un proyecto, y por ejemplo lo tengo en Sanity, va a ser muy difícil migrarlo. Las generosas capas gratuitas que nos ofrecen estos servicios, también es posible que cambien. Nada es gratis. Tampoco es fácil encontrar equilibrio entre características. A veces quieres flexibilidad en usuarios y no tanto en capacidad. Para romper de verdad con el monolito es necesario conciliar todos los factores que involucran un sitio web (usuarios, rendimiento, productividad, costes..)