Este fin de semana nos estamos mudando de casa. En medio de empaque, cajas y cargas es inevitable repasar dónde hemos estado y alistarnos para un nuevo “a dónde vamos”.
La mudanza fue un poco inesperada, lo que me lleva a pensar que justo cuando uno siente que llegó a donde debía estar, a veces toca empacar y moverse.
Y resulta que esa sensación tiene un nombre.
La “Ilusión del fin de la historia” es un fenómeno psicológico que nos lleva a sentir que hemos crecido y madurado mucho para llegar a lo que somos en el presente, y que por consiguiente no vamos a cambiar o madurar demasiado hacia el futuro.
Pero aterrizando al correo: los links de esta edición son una combinación de presente, revisión del pasado y una dosis de futuro.
Y sobre todo un recordatorio de todo lo que nos falta por crecer, aprender y cambiar.
Hasta la próxima semana (desde un nuevo lugar).
R.