Drones kamikazes, vikingos cabreados y thrillers cañís (Expediente Espinof #55)

¡Salutaciones, queridos lectores y lectoras! ¡Víctor López G. de nuevo a las riendas de nuestra newsletter Expediente Espinof con un buen puñado de recomendaciones!

Una vez superadas las vacaciones de Semana Santa —eso si las has tenido— y con una nueva borrasca haciéndonos dudar de la época del año en la que vivimos, sólo nos queda aferrarnos a nuestro amado cine para no perder la chaveta entre lluvias, conflictos, inflaciones y demás horrores mundanos. Y por si no sabéis muy bien qué llevaros a las retinas esta semana, por aquí os dejo unas cuantas ideas.

Como siempre, mis primeras sugerencias apuntan directamente a mis adoradas salas de cine, cuyas pantallas y sistemas de sonido son indispensables para poder disfrutar como es debido de títulos como el descomunal ‘Ambulance’ de Michael Bay; un espectáculo hipervitaminado marca de la casa que extrae oro del largometraje danés de 2005 en el que se basa —y que podéis ver en Netflix—.

Me resulta especialmente irritante que después de haber demostrado en numerosas ocasiones su maestría en lo que respecta al uso del lenguaje audiovisual, a la composición de imágenes y al empleo de la cinética y el montaje interno de sus planos, continúe tratándose a Bay con tantísima condescendencia; pero con su nueva película ha vuelto a dejar claro que quedan muy pocos artesanos como él.

Y es que, además de tener una narrativa implacable que se construye sobre una persecución de prácticamente 100 minutos que no se detiene en ningún instante y sobre las encomiables interpretaciones de Jake Gyllenhaal, Yahya Abdul-Mateen II y Eiza González, ‘Ambulance’ ha llegado para revolucionar el modo en que se rueda cine de acción. Un hito que sólo está al alcance de muy pocos cineastas.

Para ello, Bay, aburrido del modo en que se utilizan los drones en el cine habitualmente, ha optado por emplear FPVs —drones pilotados en primera persona y que suelen asociarse a competiciones de velocidad y acrobacias— para sumergirlos en medio de la acción, haciéndolos atravesar explosiones, tiroteos y huecos angostos de lo más variopintos. 

Igualmente espectacular y merecedora de la pantalla más grande que tengamos a manos, pero en las antípodas de la orgía de destrucción de Michael Bay encontramos el gran estreno de la semana —y, si me apuran, del mes—: la descomunal épica nórdica ‘El hombre del norte’ de un Robert Eggers que continúa postulándose como uno de los grandes cineastas de su generación tras firmar las brillantes ‘La bruja’ y ‘El faro’.

Aliado una vez más con su director de fotografía de cabecera Jarin Blaschke, e influenciado por cineastas como Werner Herzog o Dreyer, Eggers ha capturado en un cautivador 35mm uno de los ejercicios audiovisuales más estimulantes y sobrecogedores que van a pasar por nuestras salas a lo largo de este 2022 pero que, injustamente, está condenada a pegarse un batacazo considerable en taquilla.

Y es que, a pesar de que su campaña promocional sugiera una historia de venganza, violencia y furia alineada con clásicos modernos como ‘Conan’, ‘El hombre del norte’ prefiere dejar sangre y espadas a un lado para sumergirse en la mitología local apostando por lo onírico, por la cocción a fuego lento, y por unos coqueteos con el cine de terror que terminan de redondear un cóctel no apto para todos los paladares.

Y por si no os satisfacen estas sugerencias y, aún así, os apetece pasar un buen rato en una sala de cine, aún podéis echar el guante a dos propuestas franquiciadas más convencionales, pero no por ello menos interesantes: ‘Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore’ y, sobre todo, una ‘Sonic 2: La película’ que vuelve a despuntar tras la agradable sorpresa que fue su predecesora.

Cambiando de tercio y zambulléndonos en territorio nacional, hoy he podido ver ‘Alcarràs’; el nuevo largometraje de Carla Simón que ha hecho historia al llevarse el Oso de Oro a la mejor película en la última edición del Festival de Berlín. Desgraciadamente, no puedo unirme a la ola de elogios generalizada hacia el filme —por un tema de conexión, principalmente—, pero lo que sí voy a hacer es dejaros por aquí cinco títulos españoles de los últimos años indispensables para amantes del mejor thriller. Y lo mejor de todo es que están disponibles en streaming.

Estos son el brillante ‘Celda 211’ de Daniel Monzón —Netflix, Amazon Prime, HBO Max, Disney+ y Rakuten—, protagonizada por un imponente Luis Tosar que también encabeza el reparto de la que, posiblemente, sea la mejor película de nuestro Paco Plaza: una ‘Quien a hierro mata’ —Netflix— que captura la esencia y aura poética del mejor cine surcoreano para trasladarla a tierras gallegas.

Junto a ellas debo incluir al brutal debut de Raúl Arévalo ‘Tarde para la ira’ —Netflix—, rodado con un pulso envidiable en unos añejos 16mm y protagonizada por Antonio De la Torre, que también puso su indiscutible talento a las órdenes de Rodrigo Sorogoyen en la asfixiante y estomagante —en el buen sentido, si es que lo tiene— ‘Que dios nos perdone’ —Netflix, Amazon Prime—.

Y, para terminar, antes de dejaros con la habitual ronda de bolas extra, no podía dejar fuera al que considero uno de los mejores trabajos salidos de nuestra industria en la última década: la impecable ‘La isla mínima’ —Netflix, Amazon Prime, HBO Max, Disney+ y Movistar+— de Alberto Rodríguez.