Dado que Bitcoin es principalmente una reserva de valor, los candidatos naturales para tener interés en invertir en él son los fondos institucionales (es decir los que manejan los fondos de universidades, pensiones y otros inversores relativamente conservadores) y los fondos soberanos (aquellos que controlan los gobiernos).
Estos fondos suelen buscar una combinación de seguridad y una rentabilidad razonable. La pregunta es: dado ese objetivo ¿qué porcentaje de su cartera destinarían a BTC?
ARK hizo un estudio global con una serie de
simulaciones de Montecarlo, un método estadístico utilizado para generar escenarios alternativos a partir de variables aleatorias.
En esas simulaciones buscaron cuál sería el porcentaje de cartera óptimo si los fondos buscasen un nivel razonable de riesgo y el número que encontraron fue 6,5%.
El supuesto fue que los fondos intentarían optimizar el
ratio de Sharpe, un indicador que relaciona el riesgo de un activo con su rentabilidad y es muy utilizado por los inversores para ajustar sus carteras.
Ahora bien, si los fondos institucionales dedicaran, en promedio, 6,5% del dinero que manejan a invertir en BTC eso significaría agregar 500.000 USD al valor de Bitcoin.
Es decir que su precio aumentaría 500K, sobre el valor que ya tiene.
Bastante impresionante. Sin embargo, eso no agota la posibilidades de incremento del precio.
En pleno boom de la cotización de BTC a comienzos de año se vio como muchas empresas pasaban parte de sus reservas operativas a BTC.
Tesla, Square y Microstrategy fueron probablemente tres de los casos con mayor exposición.