En las últimas semanas se trasladó a nuestro equipo una de las quejas más frecuentes que un gabinete de comunicación institucional suele escuchar: “no os habéis hecho eco de X evento, mientras que otros medios de comunicación sí; no lo estáis haciendo bien. Debéis publicar sobre esto que organizo”.
Creo que esto no sólo es una protesta frecuente, sino que es -en el fondo- una opinión que evoca directamente a la definición que algunas personas tienen de gabinete universitario como entidad, así como de las funciones que debemos cumplir.
Este comentario representa, de hecho, una de las dos posiciones dominantes en el debate “qué debemos ser”. La primera, la comentada, es que nuestra esencia es ser un"medio de comunicación". La segunda es que nuestra función pasa por ser una “herramienta de la institución”.
Según mi juicio, no hay duda al respecto. Los gabinetes de comunicación de las universidades son entidades que deben dedicarse a trabajar para la institución y para su comunidad, pero no son medios de comunicación al uso (radio, tv, medios digitales…).
Aunque haya titulados en periodismo en el equipo que conforman las “oficinas de prensa” (nombre que aún existe en algunas universidades), nuestra función no es, ni debe ser, buscar el hecho noticioso y compartirlo. Ese, precisamente, es el trabajo de los periodistas y las redacciones. Nuestro trabajo es ser el instrumento de comunicación de la institución y su comunidad universitaria.
Por la parte de los gabinetes, la publicación de noticias suele ser constante, pero siempre ha de serlo en una estrategia alineada con las características que definen a cada universidad y sus miembros/as. Hay que trabajar por y para la institución y las personas que la conforman, en beneficio del conjunto de la comunidad universitaria. No quitar empleo a los periodistas.