Los títulos universitarios obtenidos por políticos de manera fraudulenta ocupan las portadas y cabeceras de todos los medios de comunicación nacionales. Es, seguramente, el tema más comentado en las ACOM de las universidades españolas esta semana.
Como bien sabes, la prensa -principalmente
eldiario.es-, ha denunciado en los últimos meses que varios títulos de posgrado fueron
regalados a personas que formaban parte de partidos políticos (de orientación diversa). Algunas de estas personas han dimitido al conocerse los hechos. Otras, al menos todavía, no.
En mi opinión, el daño que está sufriendo la universidad con todos estos casos es inconmensurable. La sociedad está percibiendo que hasta una de las instituciones públicas que mejor consideraba está corrompida. Y, peor aún, que esto tan sólo es la punta del iceberg.
Internet está poblado ahora mismo de
memes sobre obtener un posgrado de premio en la tapa del yogur, artículos acerca de la connivencia entre corruptos o chistes de másteres gratis con tu caña fresquita. Y, a la vez, cientos de personas a las que conseguir su título le supuso un enorme esfuerzo económico y personal
luchando por mostrar al mundo que todo esto no es lo habitual.
Desde nuestros Gabinetes Ga Ga toca ponernos las pilas y seguir trabajando para recuperar el prestigio que se está derramando a borbotones. No podemos dejar que sean sólo los titulados los que luchen por (de)mostrar la enorme valía de su trabajo y del sistema de educación superior. Hemos de transmitir mejor cómo funcionan nuestros títulos, qué garantías tienen, cómo benefician a la sociedad y, sobre todo, denunciar a tiempo cualquier mala praxis que pudiera ocurrir en nuestra universidad.