Las semillas de chía se han ganado un hueco en el corazón de muchas personas preocupadas por llevar una alimentación saludable. Pero hay mucha gente que no las incorpora bien a su dieta.
Porque las semillas de chía hay que ponerlas en remojo antes de tomarlas. Si no, todos esos maravillosos beneficios que tienen, no los puedes aprovechar.
¿Por qué?
Porque las semillas, ingeridas así, tal cual, no se digieren.
Sin embargo, cuando las pones en remojo (al menos durante 6-8 horas), las semillas se activan y ya se pueden digerir.
Por cierto, el agua de remojar también se puede tomar; es más, deberías hacerlo, porque ahí van también muchos nutrientes.
Otra opción para digerir las semillas de chía es tomarlas trituradas o pulverizada. Y si las trituras justo en ese momento, mejor. Puedes usar un molinillo eléctrico
como este.